«En la escuela Waldorf el conocimiento no se transmite, se experimenta.»

En la escuela primaria acompañamos las etapas evolutivas del niño respetando las necesidades que cada una de ellas presenta, por lo que la madurez escolar conlleva una profunda observación del niño. La liberación de las fuerzas formativas que emergen alrededor de los 7 años muestran que el niño está preparado para hacer la transición hacia la enseñanza formal en la escuela primaria.

En la etapa que abarca el segundo septenio de vida nos proponemos que el pensar, sentir y hacer se desarrollen de manera armónica. El desafío de los tiempos actuales es, no solo adquirir conocimientos, sino integrar su vida anímica y afectiva, así como el verdadero ejercicio de la voluntad: manos habilidosas, capaces de asir la vida.

En las aulas se procura que los elementos estén confeccionados o vinculados con productos naturales, evitando los aparatos tecnológicos o los materiales de plástico.

Tan importante como lo que ingerimos por la boca es lo que tenemos que digerir en nuestra alma; de allí que sea de vital importancia proteger los sentidos de los niños: ¿Qué escuchan? ¿Qué ven? ¿Qué sienten?, etc. En la escuela se procura que estas imágenes y «alimentos» estén cuidados y sean acordes a las necesidades del niño.

Cada día comienza con rondas que de manera rítmica invitan a los niños a moverse, ejercitar, cantar, recitar y saludarse para dar inicio a la «clase principal». Este módulo es integrado y de forma curricular transversal, incluye actividades que despiertan y enfocan la atención de los niños, la práctica oral y escrita de habilidades básicas, cálculo mental, ciencias, presentación de nuevo material, retrospección y discusión del trabajo del último día (o anteriores), labor individual, conversación, trabajo narrativo y práctico.

Organizamos la enseñanza de las diferentes áreas: Practicas del Lenguaje, Matemática y Ciencias por épocas, tras un período de concentración (3 o 4 semanas) sobre un tema determinado, se lo deja descansar hasta que vuelva a ser evocado explícitamente en la conciencia, más adelante. Esta alternancia de contenidos facilita el aprendizaje y permite que el niño se nutra de la vivencia de aquella área para luego retomar con más impulso en otro momento del año.

Para acercarnos a la meta de una formación integral y armónica del ser humano, también vivencian clases de idioma (inglés/frances) actividades artísticas, físicas y prácticas. Así, niñas y niños tejen, modelan, pintan, tocan la flauta, siembran y cosechan en la huerta, etc.

El maestro acompaña el devenir de los niños durante toda la escuela primaria. Esto le permite conocer profundamente a cada niño en sus necesidades anímicas.